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domingo, 20 de enero de 2013

Hay que ver lo que delira uno con sueño...

  Pues si. Después de...poco más de dos meses me paso por aquí para despotricar un poco, pero en sentido filosófico

Porque, quién no se ha preguntado alguna vez algo así como...qué le pasa a la gente? A mi entorno? Son ellos el problema, o soy yo? 

  Hay veces que prefieres no pensar en determinados temas por pereza, o para evitar darte cuenta de lo que realmente está pasando. Y cuando este momento de reflexión llega la realidad golpea duro. 

  Hace poco leí la frase "Si buscas, te ignoran. Si ignoras, te buscan". Cuánto hay de cierto, y cuánto no? Porque si, puede que a veces se cumpla, pero otras veces las personas se acostumbran a que les busques siempre, y cuando dejas de hacerlo, o no se dan cuenta de esa forzada "falta de interés", o no son capaces de intentar buscarte a ti. Y entonces esto qué significa?? Falta de ganas? De interés? O es que en el fondo no les importas tanto como crees o te hacen creer?

  Llegados a este punto es cuando pienso...qué pasa cuando recibes menos de lo esperado...o crees dar más de lo que recibes? Expectativas muy altas? Listón inalcanzable? 
Acaso soy rara por pensar que no es tan difícil ir a la par en una relación (sea del tipo que sea)?

  Y entonces aparece la decepción. Que va pasando por una serie de estadios que van en relación con la actitud de esa persona ante tu nueva visión de las cosas. Porque pueden darse varios casos (analizados desde la más pura experiencia personal, claro):
  -que la otra persona sea consciente de que lo está haciendo mal e intente remediarlo. En estos casos taaan bonitos, si la persona es dejada por naturaleza, poco hay que hacer (a mi modo de ver). Pero si no es así, y las cosas pasado un tiempo vuelven a su cauce... entonces es cuando se piensa, para qué esforzarme? Y pasa de la decepción a la pena, a la desgana, e incluso, al distanciamiento

  -que la otra persona note un cambio extraño en ti, y, (como en algunos de mis casos) que tras preguntarte que sucede (no siempre preguntan, la verdad...en mi caso, no se si es que doy miedo, o es que no son de preguntar porque si) y explicarle tu visión de lo que crees que pasa, dicha persona no lo vea de esa manera. La decepción puede dar paso al enfado y al pasotismo, y aunque se intente tener una situación normal...si la la falsedad no es lo tuyo, el siguiente paso puede ser evitar esa persona (porque no te encuentres cómodo) o pasar ampliamente (hay gente a la que esto se le da genial. Otras somos algo más sentidas, y estos casos hacen pupa...)

  -y para terminar (creo), está el caso en el que la otra persona ni se entera de tu cambio de actitud, ni de que tu idea es que se muestre más recíproco... En estos casos ya es cuando se pasa mal. Si te hablo, me hablas, y todo perfecto, no? Pero si yo no pongo de mi parte, desapareces. Pero, vamos a ver...alguien me puede explicar la razón?? Porque con un conocido...vale, puede ser que si no te llega a convencer esa persona, pues no des pie a que haya más comunicación. Pero si esa persona es tu "amigo" (entre comillas, claro, porque se supone que los amigos no ignoran...o todavía tengo mente Disney-peliculera??) qué pasa aquí? Qué falla? O quién falla? 

  No se...puede ser que esté exagerando mucho (depende del cristal con que lo mires). 
  Pero últimamente veo a mi alrededor actitudes que no me gustan, mentiras "piadosas", conveniencias, maneras extrañas de actuar... 

  Con lo fácil que sería pasar de todo como hacen muchos, pero no...a mi parece ser que me gusta complicarme la vida, y darle vueltas a las cosas, y preocuparme por la gente para que luego te vengan con gilipolleces dignas de mandarles a tomar por culo (si, hablando mal y pronto). Pero encima, luego tienen la cara de hacerte sentir mal y/o culpable.

  Ante estos pensamientos una aprende, y se vuelve más borde, más cerrada, distante... y encima os preguntáis la razón? 
  
  Sin embargo, siempre hay gente que te pilla, y te sabe llevar con tus más y tus menos, y que te aguanta tus días buenos, y tus días no tan buenos, que se arriesga a conocerte, que se preocupa. Gente a la que no le sirven excusas, o mentiras piadosas, que está ahí aunque sea para tener conversaciones subrealistas y sin sentido, o tan intensas que necesitas coger aire para continuar.
  Gente a la que no sabes como agradecerles el que hagan todo eso. Aunque, para mi, una manera de hacerlo, es siendo igual con esa persona. Y son esas personas las que de verdad merecen la pena. Esas con las que la palabra decepción se arregla de una u otra manera.

  Y que sí, que sí, que ya paro. Y que escrito queda. Que parece que vale más que las palabras dichas...

 Descansad de vuestro finde, suerte con los exámenes, ánimo con las clases y el curro, y suerte para esta semana.
Ciao!